Por JORGE NORBERTO ELBAUM (*)
Nosotrxs nos/los recordamos así, hurgando en la historia de los que estuvieron y en la llaga de los que no están (pero que están siendo) junto a la carita digna de lxs compañerxs que sobrevivieron. Nos/Los recordamos en lo que pusieron de vida al fuego de su pasión profundamente humana, esa que hoy esta esparcida sobre la mesa servida de sus biografías íntimas y plurales. Nos/Los vivificamos por ese coraje callejero que brilla. Por su clandestina apuesta que devino en disputa contra enormes monstruos cobardes, distantes años luz a los lánguidos molinos de viento. Por su capacidad para planificar futuros –hoy encarnados en miles de jóvenes– y por su coraje cósmico de amor hacia los mas débiles, hacia los lastimados de la tierra. Recordarlos en las avenidas, en los bares, en su rasgada y contradictoria humanidad de viento. En sus años cortos, esparcidos como arena limpia. En su fortaleza para desafiar la metralla y la amargura, con miedo pero sin renunciar a la pelea. En su fe maravillosamente caprichosa. En su militancia creída y asumida como evangelización terrena. En su victoria contra el Tiempo.
En sus herencias que marchan por relatos y testigos. En sus madres y en sus abuelas con voces de demandas y lágrimas concatenadas en cada uno de nostroxs. En sus Plazas enormes con movilización de consignas esperadas.
Nos/Los recordamos porque somos ellxs. De no serlo testificaríamos su postrer olvido. Y sucede que no vinimos a caminar para callarnos. Trajimos sus fotos: las pusimos frente a las luces de nuestras casas para que sus cuartos quedaran alumbrados. Hacemos hoy continuidad de sus ganas. Enarbolamos pañuelos blancos. Anotamos en el margen de los días sus listados de promesas encendidas.
Los/Nos recordamos vivos. Cotidianos, Acompañantes de los debates que atraviesan porvenires. Si alguno pretende que vamos a matar su memoria –al instalarnos inermes en la historia plastificada–, que los vamos a convertir en pasado; si alguno creyese que solo son/fueron contingencias de un momento remoto, se confunde. Son vidas actuales. Están instalados en muchos más cuerpos de lo que la anti patria desearía. Andan por acá con la misma esperanza blindada que mostraban cuando dibujaban letras enormes sobre esas sábanas blancas con agujeros de aire. Nos recordamos en ellxs, también, porque son el mejor compendio disponible para conquistar ese cielo que la especie humana siempre ha merecido.
(*) Es sociólogo y doctor en ciencias económicas , (Bs. As., 1961), investigador, docente, periodista y poeta argentino. Fue director ejecutivo de la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas). Fue elegido presidente de la asociación Llamamiento argentino Judio, fundada en septiembre de 2015// y se desempeño, entre otras responsabilidades, como embajador argentino ante el organismo internacional IHRA y Director Nacional del PROGRESAR y de la Escuela de Defensa Nacional .
La maravillosa melodía que acompaña el video de ANCLA es de La Chicana –Lola Solá y Acho Estol–, Cantando «El Tesoro de los Inocentes» (compuesto por el Indio Solari).