POR REDACCIÓN:
Clase magistral de Eric CALCAGNO sobre peronismo, sin preambulos, sin vueltas, acá tenes el texto y el video de la entrevista:
GTR- Siempre tratamos de darnos algunos lujitos con los invitados a este espacio que hemos llamado “CHARLAS DEL SUR” y hoy es un día de esos. Hoy vamos a recibir a un ex embajador argentino en Francia, ex senador nacional, ex diputado nacional, sociólogo de oficio y buena gente de profesión, Eric Calcagno, a quien le damos las gracias por atendernos y abrir las puertas de tu casa.
GTR – Erick, tenés una larga militancia, tenés una formación académica que te ayuda a interpretar los fenómenos sociales. Danos un breve y sucinto detalle, cómo hemos llegado hasta acá. El neoliberalismo de las plataformas, la falta de solidaridad, de empatía, todo esto, contribuyó?
EC- Sí, por supuesto. Quizás lo primero es notar que yo traté de formarme justamente con una óptica de militancia política. Eso era una cuestión ya de la infancia. Vengo de una familia que se dedica a eso, a la política, al oficio de la política, desde hace generaciones. No siempre con suerte, pero bueno, es lo que hay y es lo que hacemos.
Me parece que todo esto es una cuestión que hay que tratar de salirse un poco del tiempo coyuntural, o incluso del corto plazo, y analizarlo en décadas. Si consideramos el golpe de estado de 1976, que ya había tenido una previa, digamos, con el Rodrigazo, ese terrible plan de ajuste que fue derrotado, por último, con manifestaciones en las calles, todavía el Movimiento Obrero era importante, una oligarquía de un nuevo estilo buscó imponerse en Argentina y lo hizo. No era la oligarquía terrateniente, no eran los salvajes unitarios, aunque muchos venían de sus filas, no eran los capitales de la industria, nacidos al calor de la industrialización sustitutiva de importaciones de los años 30 y sobre todo de los 40.
De hecho, el primer año en el cual la contribución de la industria al producto supera la contribución del agro es 1945. Es una cuestión bastante notable, sino que, y también vamos a encontrar esos nombres de esos capitales de la industria en esta nueva oligarquía modelo de 1976, pero sobre todo era la necesidad de reventar un proyecto industrializador de la Argentina, porque una Argentina industrial iba a dejar demasiado lugar a los obreros, a los sindicatos, a los empresarios, digamos, de la economía real.
GTR – Esa oligarquía que tan bien definís, tiene particularidades propias en nuestro país, ¿o se repite como otras oligarquías?
EC- Sí, se repite, es un modelo mundial.
GTR – Pero los oligarquías y los industrialistas que están en San Pablo (Brasil) no son como los nuestros
EC – No, pero los industriales argentinos, si hubiesen seguido los pasos de la burguesía paulista, en ese caso estarían en posiciones un poco más nacionales y podrían tratar con presidentes como Lula o no contribuir al derrocamiento de Getulio Vargas en el año 1954. El problema está en que lo que se trató de hacer en la Argentina a partir de 1976, por la sangre y el fuego, la destrucción de un aparato productivo, por la represión generalizada de estudiantes, de dirigentes sindicales, de referentes, de cuadros políticos, fue tratar de establecer otra Argentina. Otra Argentina basada, por supuesto, en las exportaciones pero sobre todo con la inclusión de lo que se va a llamar la valorización financiera.
La valorización financiera es ese fenómeno que se da cuando el nombre del combate contra la inflación, cuando el combate de la inflación que es un instrumento, se toma como un objetivo. Si en vez de tener objetivos como el desarrollo industrial, la soberanía, la justicia social, se toman instrumentos, el equilibrio presupuestario, el control de la inflación y escamoteando los objetivos, al elegir esos instrumentos como cuestiones que no son discutibles se impone directamente una determinada política. Esa política económica a partir de Martínez de Hoz va a ser el endeudamiento externo, la venta de activos nacionales, las altas tasas de interés en pesos y un dólar barato y ese modo crear la “bicicleta financiera” nos convirtieron en un negocio financiero.
GTR – Lo que habíamos pensado durante años, como desarrollar, hacer aviones, trenes, autos, ahora no vamos a fabricar nada, vamos a “timbear”.
EC – Exactamente, es que ese modelo industrial, industrialista, industrioso, dejaba afuera a los resabios de la oligarquía exportadora, los capitales de la industria, ahora se va a formar una oligarquía financiera que va a ser una mezcla de los señores del campo, de industriales que se vuelven importadores cuando les conviene, que pierden quizás mercado, pero ganan con la baja del salario obrero y con la represión que se va a ir dando, van a tener el control absoluto de la línea de producción, no va a haber puja distributiva, teníamos 4% de pobreza en 1975 y después 35% en 1983.
GTR – Ahí seguramente influye esto del “no jodamos con el peronismo, así nos evitamos todo problema con el peronismo, ¿no?
EC – Bueno, es que el peronismo, como decía John William Cook, puede ser el hecho maldito del país burgués, que lo fue durante mucho tiempo, o puede ser el hecho burgués del país maldito, como lo fue en los 90, en los cuales se aplicaron las mismas políticas que se aplicaron durante la dictadura de Martínez de Hoz.
Digo, el faltante de generaciones de militantes, de pensadores, de escritores, la chapa de plomo que cayó sobre el pensamiento nacional en todos esos años oscuros, después se reveló frente a una cuestión en la cual, bueno, tratemos de domesticar el peronismo, y el peronismo hizo bastante para ser domesticado en los 90, también hay que decirlo. Recordemos que el peronismo puede ser Evita y puede ser Lopez Rega también, así que cada día hay que elegir qué peronismo queremos. Luego estas políticas de plata dulce, de endeudamiento, de timba, después viene una crisis y un derrumbe.
GRT – Antes de eso no olvidemos que todo esto está enmarcado en una ley de entidades financieras que está próxima a cumplir 50 años, ¿no?
EC – Más allá de la ley de entidades financieras, es la constitución real de la Argentina la que cambió, más allá de la constitución de ´94, lo vemos muy bien con el decreto 70/23 que hizo el régimen de Milei al inicio y con la Ley Bases, eso ha sido una reforma constitucional en base a las relaciones de poder que quieren mantener y esas relaciones de poder se basan, como en la dictadura militar, como en los ´90, como en la época de Macri, como ahora, en un negocio financiero y asegurar que cuando se cae el negocio financiero las pérdidas sean socializadas, es decir, que la cargue sobre el pueblo argentino, sobre el Estado argentino, y los beneficios sean privados o privatizados y se puedan fugar.
Las preguntas básicas de la economía es quién produce el excedente económico, quién produce la riqueza, quién se apropia de esa riqueza y qué es lo que hace con esa riqueza. El tema es que esas tres preguntas básicas de la economía no las puede responder la economía.
Es lo que ellos quisieran, hablan de la autorregulación de los mercados. Mentira, esas tres preguntas siempre las contesta la política, por acción o por omisión. Por lo tanto, si nosotros dejamos que se apropian del excedente, que es todo lo que sobra de la reproducción social necesaria a una economía, a una sociedad, y se fuga, se va de la Argentina, sale del circuito bajo forma de pago de deuda o simple evasión, bueno, nos estamos capitalizando todo el tiempo y el producto per cápita hoy es el mismo producto que el de 1975.
No hemos crecido, la Argentina se detuvo en ese momento.
GTR – Todo esto en un profundo colonialismo, porque la deuda, los intereses, el manejo de los capitales que vienen, se convierten y se vuelan.
EC – Bueno, pero ese es el mecanismo económico. Después está todo el tema ideológico, que es lo que ha tratado de convertir a veces el peronismo en una social democracia, a veces un social liberalismo. Convertir al peronismo en algo que el peronismo no es. Entonces, cuando el peronismo no es y da cosas feas, son ineficientes.
Entonces, tratar de recuperar las raíces del pensamiento nacional, en su sentido más amplio, es uno de los desafíos que tenemos. Tratar de restablecer la formación de la conciencia nacional, para retomar ese libro de Juan José Hernández Arregui, otro de los grandes pensadores que tuvimos. Pero todo eso se cortó.
Durante la dictadura no sólo desaparecieron personas, también quemaron libros. El régimen de Milei quiere desfinanciar las universidades, liquida el CONICET, mandabamos satélites al espacio, y ahora tenemos recitales lamentables. Hay una degradación de lo político, que es funcional al poder económico.
Pero para explicar un poco, para tratar de contribuir a explicar tu pregunta del principio, ¿por qué estamos así ahora?
Porque la clase dirigente que tenemos en Argentina no está a la altura de las circunstancias, no le importa del país, y ha quedado en el inconsciente colectivo de los sectores medios o medios altos, esta cuestión de cualquier cosa menos peronismo. Bueno, cualquier cosa menos peronismo, ahí tienen cualquier cosa.
GTR – ¿Cómo nos revelamos frente a eso? ¿Cómo esa inercialidad con la que se maneja esta gente, cómo la rompemos?
EC – Es que nosotros no la vamos a poder romper, se va a caer sola.
GTR – Déjame teorizar un segundo. No, que Milei, que esto, que el decreto 70, que la asamblea legislativa…, pero nadie piensa que para hacer una sucesión de Milei, en el supuesto caso que la hubiere, el pueblo dice, yo no participo en nada, o sea, los círculos de poder, el grupo más concentrado de la riqueza financiera, y todos ellos sí pueden llegar a decidir, y ya no le es útil Milei, van a poner de la asamblea legislativa alguien que siga respondiendo a ellos, que diga que la deuda externa es legítima, que hay que honrar la deuda, pero nunca le vamos a preguntar por qué llegamos ahí.
EC – Pero nosotros tenemos una ventaja, la ventaja es que este sistema no se sostiene en el tiempo, no es un sistema que incorpore las perspectivas de su permanencia en el tiempo.
¿Qué quiero decir con eso? Que no tiene homeostasis, como se dice, nosotros como seres humanos tratamos de perdurar lo más posible, nuestro organismo está tratando de hacer eso, pese a todo lo que le hacemos al organismo, pero bueno, trata de perdurar y, por ejemplo, si uno toma una deuda, pero si es para aumentar la productividad de la industria, la inversión que se hace garantiza el repago de esa deuda. Ahora, si se toma la deuda, como yo he visto en los contratos de la época de la dictadura, que hacían endeudar a Gas del Estado, o a SEGBA, o a YPF, simplemente de proveer dólares a los especuladores, entonces al final la deuda se la quedaba en las empresas públicas, pero no habían aumentado la productividad, bien al contrario. Entonces, terminar con esta cuestión de la deuda, o entender que no es un problema económico-financiero, sino esencialmente político, es algo que tenemos que poner de nuevo en el tapete.
Y digo que tenemos esa posibilidad, porque estos ciclos de plata dulce, recesión, crisis, derrumbe, ya los vivimos. El tema no es saber si el régimen de Milei puede continuar o no, sino cuándo se cae, cómo se cae, y qué es lo que viene después. Allá aparecen muchos empresarios del círculo rojo diciendo ah bueno, Schiaretti , bueno, tal otro.
El asunto es encontrar un recambio político, pero es que la política ha sido inutilizada. Al inutilizar a la política como instrumento de transformación, también han inutilizado como instrumento de dominación. Hoy nosotros no tenemos, por ejemplo, un periodismo investigativo, salvo contados casos como este asunto de los narcodiputados o de la narcopolítica.
GTR – Es cambiar para que nada cambie.
EC – Es cambiar para que nada cambie, pero tenemos un periodismo de validación. El grupo Clarín no es un medio que informa, es un medio que define, valida o castiga.
Yo me acuerdo cuando era diputado o senador, que bastaba leer el Clarín del día antes para saber qué iban a decir los diputados de la oposición al otro día. Entonces ese comportamiento absolutamente coherente desde el punto de vista de los grupos sociales dominantesfunciona. El asunto es lo que no funciona, es la perdurabilidad de ese sistema.
GTR – Que además tiene la complacencia de la justicia, porque sería el otro poder.
EC – Es fundamental, es fundamental recuperar la justicia. Nadie cree hoy en la administración de justicia. Lo que pasa es que no se nos presenta a la administración de justicia como si fuera la justicia que uno ve en las estatuas, pero no, la administración de justicia es una función y la justicia es un valor.
Por lo tanto, poner en práctica ese valor, como lo hacen muchos dirigentes, por ejemplo Grabois, sin duda entre muchos otros, es lo que permite ir desenmascarando esta farsa. También venimos, hay que decirlo, y eso también explica, no sólo venimos de la pérdida de generaciones de dirigentes, sino también venimos de frustraciones populares importantes. El gobierno de Macri fue uno, el gobierno de Alberto, pese a tener algunas cosas positivas como el manejo de la pandemia, no fue bueno o no supo ser bueno.
También cuando el pueblo deja de ver en la política la posibilidad de cambio o en la militancia la posibilidad de cambio, entramos en el juego del enemigo.
GTR – Creo que todo lo que planteas tiene un profundo y grato aroma a nacionalismo. ¿Alcanza solamente con nacionalismo o necesitamos rodearnos de latinoamericanismo?
EC – Nuestro nacionalismo es latinoamericanismo. Es un nacionalismo que no tiene nada que ver con el nacionalismo de las naciones occidentales, de los países occidentales, de Europa o de Estados Unidos. Nosotros siempre decimos, Argentina es la patria chica, la patria grande es Latinoamérica. Es lógico, es nuestra vocación, de hecho el propio Perón se daba cuenta de que él no iba a poder triunfar si también Chile o también Brasil, más sobre todo con Getulio Vargas o con Ibañez del Campo en Chile, iba a poder avanzarse.
El ABC pero también con Siles Suazo y Paz Extensoro en Bolivia. Había una cuestión con el financiamiento que el peronismo le daba a los estudiantes de toda América Latina para que vayan a asambleas o para hacer un poco de agitación política contra el imperio. Es lógico que nosotros no tenemos que quedarnos en la Argentina, sería un horizonte errado.
San Martín tuvo que ir hasta Lima para terminar con el poder español, sin lo cual la independencia argentina tampoco estaba asegurada. Entonces nosotros no sólo tenemos que tener esa perspectiva latinoamericana hoy, sino también la perspectiva mundial. Ahí están los BRICS, está Rusia.
GTR – ¿Qué sensación te producen los BRIC?
EC – Esa es la tercera posición, lo que nosotros siempre dijimos, pero corporizada. Y esta vez no está corporizada por los llamados países del tercer mundo, los no alineados, en los que la India era un país extremadamente pobre, lo sigue siendo, pero que representa hoy un 15% del producto bruto mundial. China cuando Mao proclamó la República Popular representaba el 3 o 4% del producto mundial y hoy está cerca del 20%.
Rusia también se ha recuperado, es decir, hoy tenemos la posibilidad de ejercer la tercera posición dentro de un esquema industrial, industrialista. Y si querés verlo de un modo más global, la guerra que hoy se libra en Ucrania, o la guerra que hoy se libra en el mundo, es una guerra entre los occidentes, que tiene una apuesta por el sector financiero, por sobre el sector industrial, y los BRICS que tienen una apuesta industrial y supeditan su sector financiero a eso. No es que no tiene el sector financiero, pero como dijo Xi Jinping, el socialismo con características chinas es que la política conduce a la economía.
GTR – Eso es peronismo casi.
EC – Absolutamente. Ahora decíamos tercera posición porque no era ni el socialismo realmente existente ni el capitalismo. Hoy el socialismo realmente existente no existe más, pero sigue siendo la tercera posición en la cual, contra el imperialismo, tenemos recursos internacionales que obviamente no han sido aprovechados, pero que están ahí.
GTR – ¿No te da la sensación que el Imperio del Norte solamente nos puede gritonear y mandonear a nosotros a América del Sur porque Europa se le fue, porque China y su ruta de la seda trabaja en otro lugar?
EC – China sí se fue, pero Europa está peor que nosotros.
GTR – Correcto, pero ya no mandan a Europa ellos.
EC – Sí, sí mandan. Con la guerra en Ucrania, Estados Unidos logró aplastar a Europa como potencia industrial porque le cortó el acceso a toda la energía rusa, que era barata y abundante y segura, pensemos en la voladura de los gasoductos Nord Stream, y ahora tienen que comprar energía tres veces más cara, armas a Estados Unidos, financiar la guerra en Ucrania.
GTR – ¿Van a entrar con los norteamericanos al cementerio o los van a acompañar hasta la puerta y en algún momento…?
EC – No lo sé, eso es una historia… sabrán los europeos si quieren recuperar algo de su grandeza pasada o si quieren ser las gallinas batarazas más lindas del gallinero. La política de Estados Unidos es muy clara y en América Latina, Estados Unidos prepotea a los que se dejan prepotear. No la prepotea a Sheinbaum, la presidenta mexicana, ni lo prepotea a Lula, el presidente de Brasil, ni a Petro, el presidente de Colombia.
Evidentemente con el caso de Milei es distinto porque para Milei ser norteamericano debe ser lo más lindo del mundo y a eso y como el sistema, como dijimos antes, el sistema económico que se impone hoy en Argentina, el financiero, el principal para decirlo rápido, no tiene sustentabilidad, entonces van a buscar a Estados Unidos o al Reino Unido o a Israel el apoyo que no tienen acá. Entonces esto es una cuestión que ya estamos en la etapa de conflicto social.
GTR – Es complicado todo esto que nos pasa, es bastante complicado. El general Perón, decía que la verdadera política era la política internacional.
Creo que no hay forma, a pesar de que hemos perdido un tiro, si esto fuera un juego de postas, con esta presidencia de Milei, porque podríamos haber hecho la alianza atlántica con Brasil, podríamos estar desarrollándola, el tema del puerto de Chancay y la salida al este de Asia también, pero acá estamos, ¿no?
¿Sos optimista con esto, Eric? ¿Es posible este cambio que soñamos, que vos teorizás hoy en el mundo?
EC – Yo creo que sí, yo creo que es nuestro destino. A veces escucho en algunas reuniones que el peronismo no está listo para gobernar. Si el peronismo no está listo para gobernar, no es peronismo. Uno tiene que estar listo para agarrar la situación como sea, establecer una salida de la crisis que reparta el peso de la salida de la crisis entre los diferentes sectores.
GTR – Ser peronista no es ser nostálgico del pasado.
EC – No, pero hay que saber contextualizar las cosas que se hicieron bien en el pasado para ver cómo se puede aplicar una situación semejante en un contexto totalmente distinto. Pero las empresas de servicios públicos, pongamos, el agua o la luz, no son empresas que vendan agua o luz. (Bueno, el agua todavía es nacional, pero quién sabe por cuánto tiempo.) Pero la luz o el gas son empresas financieras. Nos les importa vender más gas o vender más luz a una mejor calidad. Les importa la cotización en la bolsa y en la bolsa de Estados Unidos.
Y es ahí donde, retomando algo que decíamos al principio, todos los sectores financieros del mundo se parecen. Scott Bessent, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, es un especulador financiero igual que Toto Caputo. Entre especuladores financieros se parecen.
Los agricultores del medio oeste de Estados Unidos están sufriendo a Trump tanto como los agricultores argentinos han sufrido a Milei con el negociado de las bajas de la retención. No hay medida que no se tome bajo estos regímenes que no esté una coima, una comisión, una ventaja. Se hace para que haya coima, para que haya una comisión.
RGT – El sistema financiero existe, deberá seguir existiendo, pero tiene que estar subordinado a la producción. A la producción y a la política.
EC – Claro, pero si la política no lo hace, o si tienen miedo, o si vamos a atacar las consecuencias en vez de atacar las causas, no vamos a tener buenos resultados. Y pasamos al conurbano bonaerense y preguntemos cuántos chicos menores de 20 años saben quién fue Perón o Evita. Esa también es una cuestión importante.
GTR – Es la batalla cultural.
EC – Claro, pero la batalla cultural nosotros siempre la ganamos. Porque nos gusta la cultura, porque la cultura son todas las maneras de hacer que tiene el pueblo. Su música, su comida, sus costumbres. Los clubes de barrio, las iglesias, todo eso es la cultura popular, que es muy resistente. Pero si le aumentan la electricidad a los clubes, si se encarece todo, si se mete la droga en los barrios, si se destruyen los fundamentos de la sociedad popular, o de la comunidad organizada, o de lo que podría ser un embrión de la comunidad organizada, entonces sí habremos perdido. Tenemos un destino, pero hay que cumplirlo.
GTR – Dame dos o tres tips para arrancar. ¿Por dónde rompemos esta inercia, esta abulia, esta anomia que tenemos, que parece que todo es imposible, que ya estamos entregados. Cuando hay sueños todavía por rescatar y por poner en valor, ¿no?
EC – Primero son las necesidades. El hecho de instaurar una base norteamericana en Ushuaia, no va a solucionar ninguna necesidad. El hecho de salvar a unos 200 o 300 timberos de la city, tampoco va a alcanzar.
El hecho de que haya un millón, un millón y medio de argentinos, que son los que viven y compran las cosas importadas o las 4×4 más caras, no soluciona el resto de la sociedad argentina, y menos en un esquema ultra unitario como el que tenemos, que es un federalismo totalmente formal.
Me parece que hay que saber agarrar la oportunidad. Hay que, dentro de lo que son los momentos electorales, hay que proponerle un proyecto de sociedad a la Argentina, un proyecto nacional, para ser creíbles. Me parece que la experiencia de Néstor y de Cristina fue extremadamente positiva. Hay que aprender de esa experiencia.
Si vos te fijás, la persona que fueron presas es Amado Boudou, porque nacionalizó las AFJP, que era un flor de negocio para el sector financiero. El Julio De Vido, que recuperó Aguas Argentinas, que era un monopolio francés, que ahora es AYSA. Bueno, por supuesto Cristina, que fue el que tuvo un intento de asesinato y que ahora además está presa.
Es decir, nunca nos van a dejar tocar la propiedad. El único momento en el cual la oligarquía se deja tocar la propiedad es cuando tienen miedo de fundirse, como en el 2001, que aceptaron ser los socios menores de un proyecto nacional, hasta que en el 2007, con la cuestión del campo, tomaron volumen
La próxima vez nosotros creo que tenemos que encarar reformas más de fondo. Vos decías la ley de Entidades Financieras. La constitución misma para hacerla más corta, más legible, más clara, y que deje mucho lugar a lo que es la sanción de las leyes. Pero una constitución que esté más inspirada en la del 49 que en la del 94, que además justo 49 y 94 son opuestos, mire usted los números.
Yo hablaba con unos compañeros de una radio en Neuquén, me contaban del departamento de Las Lajas, un departamento de la provincia, que el 54% de las tierras está en manos de terratenientes, el cuarenta y tantos en manos de terratenientes extranjeros, y el 3% esta en manos de los Mapuches… Ah!! Pero los malos son los Mapuches…!!! Los malos son los Pueblos Originarios…!!
GTR – El andamiaje jurídico para defender la propiedad de la tierra, toda eso hay que cambiarlo..
EC – Nosotros reconocemos la Propiedad Privada, y es legítima, pero primero si está en función social y esta el Destino Universal de los Bienes que predica la Doctrina Social de la Iglesia. Si es una propiedad para la explotación minera, para envenenar el agua, desalojar a los pueblos originarios y contribuir al desastre, no. Yo no puedo tirar una bomba atómica en mi jardín. Es ahí donde surge la necesidad de un estado, como decía Sampay, que sea un representante político de la sociedad civil. Y nosotros no somos estado-céntricos, pero si creemos que hay que usar el estado para limitar el libre mercado. El estado debe retirarse pero frente a la Comunidad Organizada, no frente a las empresas privadas.
Resumen
Eric Calcagno: El Sistema de Milei No es Sostenible y el Peronismo Debe Abrazar la Tercera Posición (BRICS)
Eric Calcagno, ex diplomático y sociólogo, ofreció un contundente análisis histórico y político en el programa «Charlas Desde el Sur» de Zona Crítica Cuyo, conducido por Gustavo Torres Roggerone (GTR). El ex legislador delineó cómo Argentina pasó de un proyecto industrial a un «negocio financiero» a partir de 1976, advirtiendo que el modelo actual es insostenible y su caída es inevitable.
De la Fábrica a la ‘Timba’: El Nacimiento de la Oligarquía Financiera
Calcagno sitúa el origen de la decadencia argentina en el Golpe de Estado de 1976, cuyo objetivo primario fue «reventar un proyecto industrializador» que daba demasiado poder a obreros y sindicatos.
La nueva élite que se impuso no era principalmente terrateniente, sino una «oligarquía financiera» cuyo modelo, aunque global, buscó establecer una Argentina basada en la «valorización financiera». Este concepto convirtió el control de la inflación (un mero instrumento) en el objetivo central, escamoteando fines reales como la soberanía, la justicia social y el desarrollo industrial.
La política de la dictadura, a partir de Martínez de Hoz, se basó en:
- Endeudamiento externo.
- Venta de activos nacionales.
- Altas tasas de interés y dólar barato, generando la «bicicleta financiera».
«Lo que habíamos pensado durante años, como desarrollar, hacer aviones, trenes, autos, ahora no vamos a fabricar nada, vamos a ‘timbear’,» señaló Torres Roggerone, a lo que Calcagno asintió.
El resultado de este giro fue catastrófico para el tejido social: la pobreza saltó del 4% en 1975 al 35% en 1983.
La Ley Real y la «Domesticación» de la Política
El sociólogo subrayó que el problema estructural va más allá de la Ley de Entidades Financieras, próxima a cumplir 50 años, sino que lo que cambió es la «constitución real de la Argentina». Esto se observa en regímenes de distintos signos ideológicos (la dictadura, los ’90, Macri y el actual DNU de Milei), que comparten el objetivo de establecer un negocio financiero donde las pérdidas son socializadas y los beneficios privatizados y fugables.
Calcagno sostuvo que las tres preguntas esenciales de la economía —quién produce la riqueza, quién se la apropia y qué hace con ella— son respondidas por la política, no por el mercado. Si el excedente se fuga, el país se descapitaliza.
El experto abordó la «domesticación» del peronismo, fuerza que puede ser «el hecho maldito del país burgués» o, como en los ’90, «el hecho burgués del país maldito». Advirtió que la política ha sido «inutilizada» tanto como herramienta de transformación como de dominación, dejando un vacío que es funcional al poder económico, al igual que un «periodismo de validación» que «define, valida o castiga».
La Justicia también fue señalada como un pilar fundamental del statu quo. «La administración de justicia es una función y la justicia es un valor. Poner en práctica ese valor… es lo que permite ir desenmascarando esta farsa,» afirmó.
El Destino Latinoamericano y la Tercera Posición Global
Frente al profundo colonialismo que implica el endeudamiento, Calcagno propone recuperar las raíces del pensamiento nacional, siendo el latinoamericanismo su horizonte natural. «Argentina es la patria chica, la patria grande es Latinoamérica,» dijo, citando el pensamiento de Perón y la gesta de San Martín.
En el contexto global, el sociólogo ve en los BRICS la «Tercera Posición, pero corporizada». A diferencia del Movimiento de Países No Alineados, esta nueva alianza representa una parte sustancial del producto mundial y tiene una apuesta industrial que subordina al sector financiero.
«La guerra que hoy se libra en el mundo es una guerra entre los occidentes, que tiene una apuesta por el sector financiero, por sobre el sector industrial, y los BRICS que tienen una apuesta industrial.»
Para Calcagno, la máxima china de que «la política conduce a la economía» es esencialmente peronismo. Señaló que Estados Unidos sólo «prepotea a los que se dejan prepotear» en América Latina, mientras que la falta de sustentabilidad del modelo financiero argentino obliga al régimen de turno (como el de Milei) a buscar apoyo externo en EE. UU., Reino Unido o Israel.
Romper la Inercia: La Oportunidad del Derrumbe
El sociólogo se mostró optimista, ya que el sistema actual «no se sostiene en el tiempo». La pregunta no es si el régimen de Milei puede continuar, sino «cuándo se cae, cómo se cae, y qué es lo que viene después».
Para romper la inercia, Calcagno propone dos acciones clave:
- Enfocarse en las Necesidades: Los planes actuales se concentran en salvar a un puñado de especuladores de la City o a los compradores de bienes de lujo, ignorando las necesidades del resto de la sociedad.
- Proponer un Proyecto Nacional Creíble: Es necesario encarar reformas de fondo que toquen la propiedad de la oligarquía (algo que históricamente ha generado represalias contra figuras como Boudou o De Vido), incluyendo una nueva Constitución «más inspirada en la del 49 que en la del 94«.
Finalmente, el sociólogo recalcó la importancia de la batalla cultural a través de la cultura popular (clubes de barrio, iglesias) y la subordinación del sistema financiero a la producción y a la política, utilizando el Estado como limitador del libre mercado, tal como propuso Arturo Sampay. El destino de Argentina, concluyó, es de cambio, y el peronismo debe estar listo para asumirlo.