Por Héctor Sosa (*)
Te dejamos un pequeño aporte de un gran trabajo de Héctor Sosa, que se presentara en marzo, la pasión por entender lo que vivimos es imprescindible para saber como seguimos.
«A mí entender estamos viviendo otra etapa de la humanidad. Que cuanto menos comenzó dos décadas antes de la pandemia /Covid. Es la que ya Bauman definía como «mundo líquido».
En ese/este mundo las instituciones creadas por el capitalismo de post segunda Guerra Mundial están en crisis. Como también lo están las formas de hacer política.
Perimidas al calor de la Revolución Tecnológica y las guerras de cuarta y quinta generación, que hoy se libran en la mente de millones de seres humanos.
Se hace desde una maquinaria/Matrix , que a una velocidad extraordinaria desparrama mentiras, estigmatizaciones y relatos meritocráticos que se repiten todo el tiempo desde los nuevos Estados: las corporaciones de medios globales.
Algunos buscan recomponer un formato de democracias:
– construidas al calor de los Estados Unidos- , sin darse cuenta ( o si) que el propio imperio ya la abandonó. No les sirve.
Por ello, es vital re/leer este mundo, no el de 30 años atrás , para poner a andar nuevas formas de capacitarnos y producir cambios de alianzas geopolíticas, ya que estamos en tiempos donde el multilateralismo toma forma de fortaleza futura, más aún cuando Estados fuertes como China y Rusia producen acuerdos estratégicos a 50 años.
El desafío es enorme. Casi infinito. La guerra es cultural y se gana con educación , organización y soberanía política».
Parte del trabajo
» La pasión de las batallas»
(*)Héctor Sosa , Editor de Motor Económico y Motor de Ideas. Analista de medios.
-FANTASMAS DE AYER Y DE HOY
La guerra de quinta generación
Si la guerra de primera generación se basaba en movilizar la mano de obra; la segunda, en el poder de fuego y la tercera, en la libertad de maniobra, los paradigmas cambian sustancialmente en la de cuarta generación, donde tanto los recursos empleados como los objetivos e intereses a alcanzar engloban tanto al interés público como privado (intereses de corporaciones). La idea principal es que el Estado ha perdido su monopolio de la guerra y, a nivel táctico, incluye desde el aspecto armamentista al psicológico.
Veamos los factores estructurantes de La Subjetividad entendiendo a esta, como “el basamento primario del poder”. Esta afirmación no niega “el poder del Estado, ni el mega poder de las corporaciones” pero reconoce una ingeniería que, por otra parte, permite visualizar un escenario bélico que se denomina “guerra de quinta generación”. Un enfrentamiento sin soldados, ni bombas nucleares donde el principal botín es precisamente imponer una subjetividad y el campo de batalla inexorablemente es tú cabeza.