Por ANALIA KALINEC(*)
Nuestro título ha sido tomado del libro de Analía y a través de su palabra en primera persona, pretende ser un homenaje a los 30.000 que ya no están, su coraje y su simpleza conmueven. NUNCA MÁS.
Analía Kalinec es docente hace más de 20 años; psicóloga hace más de 10 y estudiante de abogacía desde hace cuatro. Pero señala que hay algo que, sabe, está siempre aprendiendo: a comprender. La escritura de “Llevaré su nombre”, su primer libro, se enmarca en esa tarea: “Fue como querer comprender lo incomprensible”, dice sobre la publicación en la que reconstruye desde diferentes registros –escritos personales, cartas dirigidas y recibidas, artículos periodísticos, resoluciones y fallos judiciales– una historia que es suya, es de su familia y es de todo el país: el camino que recorrió desde que supo que su padre, Eduardo Kalinec, es un represor que actuó en los centros clandestinos que integraron el circuito Atlético-Banco-Olimpo (ABO), fue detenido y luego condenado.
“Tiene que ver con una posición tomada”, explica Analía en diálogo con este diario a pocas semanas de haber salido a la luz su libro. Una posición tomada respecto de su historia como hija del “Dr K”, como se hacía llamar su papá en los espacios en donde torturaba, secuestraba y reprimía durante la última dictadura cívico eclesiástica militar, que comenzó a ser conocida públicamente en 2016, a la par del salto a la vida pública y la lucha por la memoria, la verdad y la justicia del colectivo Historias desobedientes -hijes y familiares de genocidas que repudiaban su participación en el terrorismos de Estado–, pero que hasta ahora no había contado ella en primera persona. “Si otros ya la contaron o la están contando, si están escribiendo sobre mí, sobre nosotros, reflexionando, me pareció válido y necesario no resignar mi posición, mi punto de vista, mi experiencia y mis vivencias. Acá está todo mi esfuerzo por querer comprender lo incomprensible, esta es la síntesis”, aclaró.